Le llegó el turno a mi portátil ASUS. Aunque muy contento con su rendimiento y estabilidad, mi modelo F555LD tenía un disco a 5200 RPM por lo que sabía de antemano que un nuevo SSD iba a dar muy buenos resultados.
Me fijé en el modelo Samsung EVO 850 de 250 GB que ya compré para mi ordenador de sobremesa. En cuanto a relación calidad precio sigue siendo una de las primeras opciones a considerar. Como dato a tener en cuenta, si lo pides por Amazon asegúrate que sean ellos mismos -y no un tercero- el distribuidor del disco para que os llegue a casa en un tiempo razonable de una semana.
No daré demasiados detalles para montarlo ya que hay vídeo tutoriales bastante claros que creo son más que suficientes para tener una idea de cómo trastear a nivel de hardware con un poco de cuidado y tiento:
Tras montarlo, automáticamente conecté un USB con Ubuntu para instalar el sistema. Instalación que se realizó sin problemas pero… al iniciar de nuevo el portátil sin el USB de instalación conectado me llevé una sorpresa, y es que directamente me salía la BIOS y no podía arrancar desde el nuevo SSD donde había instalado el sistema. En las opciones de arranque del menú Boot de la BIOS no había ni rastro de mi nuevo disco. Investigué un poco y al final dí con la manera de solucionarlo.
Nada más encender el portátil presionamos la tecla ESC hasta que entremos en la configuración de la BIOS. Si estáis en mi caso directamente iréis a la BIOS ya que no hay manera de arrancar desde el SSD:
- En la pestaña Security, vamos a Secure Boot Menu y ponemos Secure Boot en modo Disabled.
- Después, vamos a la pestaña Boot y ponemos la opción Launch CSM en modo Enabled. Podéis encontrar más información acerca del arranque CSM aquí.
- Finalmente, en Save & Exit guardaremos los cambios y reiniciaremos.
Seguidos estos sencillos pasos, una vez reiniciado debería cargar nuestro sistema operativo sin problemas. Si comprobamos de nuevo en la BIOS, veremos nuestro SSD entre las preferencias de orden de arranque en el menú Boot correspondiente 😉